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TORTURA DE CESAR FREYRE

Ver el video antes de leer la carta de César : 



En Twitter, el 27 de junio del 2015



César Freyre, en su carta al presidente Peña Nieto, relata como amenazado por la señora Wallace y como fue torturado por órdenes de la misma señora :



Almoloya de Juárez, Estado de México agosto de 2013. 

C. LIC. ENRIQUE PEÑA NIETO PRESIENTE CONSTITUCIONAL 

DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 

PRESENTE .. 

SEÑOR PRESIDENTE: 

Con el respeto debido que usted se merece, me atrevo a dirigirme a usted, por la confianza que han despertado sus acciones, para que en México prevalezca la aplicación de la justicia, con equidad y sin distinciones que vulneran la credibilidad de la sociedad en general en sus instituciones y sobre todo al Poder Ejecutivo de la Nación, lo anterior, me permite informarle sucintamente el abuso, hostigamiento y horror que hemos padecido la familia Freyre Morales por intereses mezquinos y un supuesto dolor transformado en rabia revestida de crueldad en la persona de la señora Isabel Miranda de Wallace, por el plagio de su hijo Hugo Alberto Wallace Miranda, como sigue: 

A).- A las veinte horas, del diez de enero de dos mil seis, fueron detenidos mi pareja sentimental de nombre Juana Hilda González Lomelí, y su hermano, trasladándolos a las oficinas de la antes SIEDO, para ser interrogados en relación al secuestro de Hugo Alberto Wallace Miranda, dejando en libertad al día siguiente al hermano de mi pareja y a ella la trasladan a la Casa de Arraigo ubicada en la colonia Doctores por orden de un juez. · 

B).- A las diecisiete horas del veintitrés de enero de dos mil seis, fui privado de mi libertad por' un grupo de civiles quienes cometieron los abusos siguientes: 

a).- Tortura física mediante toques y golpes para que me inculpara del secuestro del señor Hugo Alberto Wallace Miranda y al no lograrlo pidieron instrucciones para trasladarme a la "Casa Negra", para intensificar la tortura mediante la asfixia con bolsas de hule, inmersión en aguas negras, asfixia en nariz y boca echándome agua, toques eléctricos durante tres días, al no lograr su objetivo me trasladaron al lugar que me llevaron primeramente, a donde arribaron unidad de Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y diversos medios de comunicación, exhibiéndome con un arma en la cintura, cabe destacar que, en todo momento se encontraba coordinando dicho evento, la señora María Isabel Miranda Torres y al término del mismo fui trasladado a las oficinas de la SIEDO, lo cual ocurrió el veintiséis de enero del dos mil seis, tres días después de haber sido detenido y torturado por los civiles de referencia, quienes por la confianza con que se dirigían a los agentes de seguridad pública supongo pertenecían a la misma Secretaría. 

b ).- Durante los tres días en que fui privado de mi libertad por los sujetos mencionados no se me practicó ningún examen médico ni se elaboró documentación alguna de mi detención. 

e ).- El veintiséis de enero de dos mil seis, fui trasladado a las oficinas de la SIEDO, donde dos sujetos me llevaron a firmar una declaración que ya tenían elaborada, la cual me negué a firmar, amenazándome de que si no lo hacía se iban a llevar de por medio a mi familia; durante la declaración ministerial negué todos los hechos que se me imputaban y al término de la misma me certificaron medicamente quedando constancia en autos del estado físico en que me encontraba, permaneciendo setenta y dos horas para posteriormente por órdenes de un juez fui trasladado a la Casa de Arraigo Federal por el término de noventa días durante este lapso permanecí totalmente incomunicado. 

D).- Durante el arraigo fui visitado extraoficialmente por el Lic. José Vasconcelos, Lic. De la Rosa y otros funcionarios tratando de intimidarme para que me inculpara y que si no lo hacía iban a arraigar a mis padres y a mis hermanas, negándome a sus requerimientos. 

E).- Posteriormente sin recordar la fecha exacta, al ser citadas para declarar en la SIEDO mi señora madre MARIA ROSA MORALES IBARRA Y mi hermana mayor JULIETA FREYRE MORALES, fueron detenidas por setenta y dos horas totalmente incomunicadas y al termino de las mismas un juez liberó una orden de arraigo por 90 días . 

F).- Al día siguiente del arraigo de mi mamá y hermana me visito nuevamente el Lic. José Vasconcelos para negociar la libertad de mi familia si me inculpaba de los hechos que se me imputaban negándome nuevamente. 

G).- Días después de lo anterior, por la noche fue sacada de la casa de arraigo mi pareja sentimental JUANA HILDA GONZALEZ LOMELI, para ser trasladada a las oficinas de la SIEDO sin mediar la autorización del Juez que llevaba la causa, en dicho lugar fue torturada y violada para que se inculpará y me señalará como autor del secuestro del Sr. WALLACE; al regresarla a la casa de arraigo la unidad oficial en la que era trasladada sufrió un accidente en donde perdieron la vida dos agentes un hombre y una mujer, a consecuencia del accidente JUANA HILDA SUFRIÓ fracturas expuestas, esguince cervical. Al día siguiente se le practicó una ampliación de declaración con el propósito de inculparme mediante la amenaza de no ser atendida médicamente y con el arraigo de su señora madre. 

H).- Permanecí en la casa de arraigo del 26 de enero al 28 de marzo del 2006, por haber sido favorecido por un amparo en contra de dicho arraigo y, como aún no estaba integrada la averiguación por secuestro se me consigno por la posesión de un arma de fuego misma que me fue sembrada (cuerno de chivo) la orden de aprehensión la obsequio el Juez Décimo Segundo de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal, proceso por el cual estoy sentenciado a 9 años de prisión recluyéndome en el penal de La Palma cuando en ese entonces me debieron recluir en el Penal Estatal "Oriente" en el Distrito Federal. 

I).- Dos semanas después se me abrió el proceso por el delito de secuestro en agravio del señor HUGO ALBERTO WALLACE MIRANDA, instruyéndomelo el Juez Décimo Sexto de Procedimientos Penales Federales del Distrito Federal, Proceso 35/2006, sentenciándome inicialmente a 47 años de prisión y en la apelación se repuso el procedimiento y al dictar nueva sentencia me dictaron sesenta y siete años y en la apelación vertiginosa en que se efectúo el estudio (once días) el Magistrado amplio la sentencia a ciento treinta y un años un solo recurso que es el del amparo directo. 

A continuación permítame narrarle los abusos cometidos a mi persona durante los siete años cuatro meses que he permanecido recluido en el Cefereso número 1 Altiplano, en el Almoloya de Juárez, Estado de México como sigue :

A).- Durante los primeros tres años asignado al módulo ocho de población. 

B).- Los siguientes cuatro años me he encontrado aislado de la población llegando a estar en el área de tratamientos especiales por haber denunciado ante el Juez Cuarto de Procedimientos Penales Federales en el Estado de México, los abusos cometidos desde mi ingreso al Cefereso número 1 . 

C).- Cabe hacer notar que, durante los primeros tres años personal de agentes federales de la PGR, y agentes federales preventivos, haciendo un total de quince a veinte visitas extraoficiales torturándome física y mentalmente mediante golpes, toques eléctricos, ahogamiento por inmersión y obstrucción de boca y nariz con vendas yagua amenazándome en todas las ocasiones con afectar diversas formas a mi familia razón por la cual denuncie ante el Juzgado Cuarto dichas torturas sin que haya habido resultado alguno e inclusive mi familia ha presentado denuncias a diferentes dependencia gubernamentales como Derechos Humanos del Distrito Federal y del Estado de México, Derechos Humanos Interamericanos y Ministerios Públicos del fuero común con el propósito de que quede constancia de las amenazas que han recibido; 

B).- La primera visita extraoficial que recibe estando en el pasillo numero 2 estancia número 18 de COC (dentro de observación y clasificación), fue de la señora MARIA ISABEL MIRANDA TORRES, acompañada con personal de la Siedo quienes traían el rostro cubierto (encapuchados) en dicha ocasión la señora me amenazó de muerte al igual que a mi familia que si no le entregaba a su hijo iba a acabar con mi familia e iba a pagar para que me mataran dentro del penal, mostrándome fotografías de mis familiares a los cuales si no colaboraba los iba a matar o a desaparecer . 

C).- Seis meses después me trasladaron de la instancia número 14 del pasillo 005 tratamientos especiales a la Sala de visita familiar número 7 a donde llego la señora MARIA ISABEL MIRANDA DE WALLACE, mostrándome fotos de tumbas de familiares míos amenazándome con exhumar sus restos y tirarlos a un canal. 

D).- Encontrándome recluido en el pasillo 4 estación número de COC fui trasladado al área de la sala 7 de Juzgados donde nuevamente la señora MARIA ISABEL MIRANDA DE WALLACE, acompañada de dos personas más (varones), me dijo que se encontraba dispuesta a negociar proponiéndome trasladarme a un Centro estatal en el Distrito Federal con todas. la comodidades y beneficios a cambio de que le dijera el lugar en que se encontraba su hijo o de lo contrario la iba a pasar muy mal pues contaba con el apoyo del Presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA, en dicha ocasión le informe a la Directora General del Cefereso número 1 YESSICA ABIGAIL  lo que ocurrió ante mi negativa rotunda. 

E).- El 27 de septiembre del 2010, fui reubicado repentinamente del pasillo número 3 estación 5 al pasillo 5 estancia número 2',del COC de donde la noche del mismo día un oficial me traslado hacía los juzgados, deteniéndose en un lugar donde no existían cámaras agrediendo física y mentalmente reiterándome que me iba a arrepentir por lo que había hecho regresándome a mi estancia; al día siguiente me notificaron que tenía que asistir al consejo técnico interdisciplinario por haber agredido al oficiar antes mencionado con palabras obscenas y altisonantes habiendo determinado el consejo segregarme por 120 días sin derecho a nada, iniciándose de esa manera un periodo de incomunicación total sin derecho a entrevistas con mi abogado ni visitas familiares. 

F).- A las 22:30 hrs. Aproximadamente del 2 de octubre del 2010, un oficial de los denominados 2-1" me condujo a un cubículo cerca de la aduana donde me recibieron entre 8 o 19 personas de ambos sexos exclamando uno de ellos ¡ya te llegó tu hora! Procediendo dos sujetos a someterme ordenándome que me desnudará completamente como para hacer un chequeo médico, al terminar me vendaran las manos cruzadas y me envolvieron con una sábana de los pies hasta el cuello ajustándola con cinta canela, por último me vendaron los ojos colocándome un trapo en toda la cara echándome agua por nariz y boca a intervalos durante una hora y media aproximadamente por lo que finalmente acepte decir lo que me pidieran, haciéndome leer en voz alta unos documentos que traían grabándome con audio y video, …

(video proporcionado por Isabel Miranda de Wallace)

…me hicieron hacer un croquis del lugar donde supuestamente había arrojado el cuerpo de Hugo Wallace, continuando con la tortura para terminar diciéndome que 16 que me estaban haciendo era con apoyo del Presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA y que por lo mismo tenían intervenida mi instancia locutorio sala de visitas y todo el lugar en que me encontrará por lo que más valía que lo que me había sucedido no se lo comentará a nadie y mucho menos a mi familia o abogados porque amanecería ahorcado en mi estancia

G).- A las 23 :00 hrs. Del 22 de octubre del 2010, fui trasladado nuevamente al mismo cubículo en aduanas por dos oficiales denominados "2-1" a quienes podría identificar plenamente entregándome a 5 personas del sexo masculino colocándome unas esposas en las muñecas y grilletes en los pies cubriéndome Con una chamarra o abrigo y subiéndome a una camioneta diciéndome te vamos a llevar con nuestro patrón al cabo de dos horas me certificaron medicalmente y nuevamente me vendaron de pies al cuello ajustándola con cinta canela, en esta ocasión me sumergieron en un recipiente con agua y me daban descargas eléctricas durante 40 minutos, después me quitaron la cinta canela y me dijeron si ya no quieres más tienes que ampliar la declaración del 2 de octubre necesitamos que leas esto en voz alta, amenazándome nuevamente al terminar con desaparecer a mi mamá y a mi tía Adriana, tú sabes quién esta ordenando esto, al terminar me regresaron al penal donde me certificaron medicamento; todo esto que me sucedió en el mes de octubre de 2010, hago responsable directamente al Director General maestro Juan Alberto Montoya Aguado por ser el responsable de mi integridad física y mental ante el Juez que lleva mi causa . 

I).- Respecto a mi madre María Rosa Morales Ibarra y mi hermana mayor Julieta Freyre Morales después de cumplir los noventa días de arraigo fueron consignadas en el reclusorio de Santa Martha Acatitla de donde salieron absueltas 15 meses después de los delitos que se les imputaban, como resultado de esta reclusión mi hermana perdió su empleo como secretaria ejecutiva de la SECIC (SEP) y lo más lamentable el 22 de octubre del 2010, cuando yo estaba sufriendo lo ya narrado mi hermana fallecía. 

J).- Actualmente existe una denuncia penal y civil en contra de la señora MARIA ISABEL MIRANDA DE WALLACE, por parte de mi señora madre María Rosa Morales Ibarra por el delito de daño moral, dicha averiguación actualmente se encuentra congelada. 

K).- Al dar inicio la presente administración a su digno cargo, la actual Directora del Cefereso No. 1 C. Lic. Marissa Guadalupe Quintanilla De la Garza siguiendo las directivas o ejes de esfuerzo de su gobierno se ha apegado a cumplir y hacer cumplir los derechos de los internos salvaguardando su integridad física y emocional, respetando la situación jurídica de cada uno de nosotros, así como nuestra defensa. 

H).- Debido a las torturas recibidas en el mes de octubre del 2010 sufro de hipertensión arterial sistémica elevada y de una enfermedad nada común llamada Raynaud que requiere cuidados especiales en medicamento, así como el uso de zapatos especiales, plantillas, guantes, calcetas, de lana, térmico y una dieta especial. 
Tal como lo especifique al inicio de esta carta motivado por su decisión de evitar abusos u omisiones en la impartición de la justicia, me atrevo a pedirle encarecidamente que gire sus amables instrucciones a quien corresponda para que mi situación jurídica sea juzgada apegada estrictamente a derecho sin que medie el tráfico de influencias y mucho menos pruebas prefabricadas y testimonios arrancados mediante tortura y amenazas en contra de mi familia, no omito al pedirle lo anterior manifestar mi reiteración de inocencia, lo cual puede ser constatado por lo asentado en autos. 

Se me vincula en este caso, porque sin que me conste, Isabel Miranda de Wallace, dice que mi pareja sentimental Juana Hilda González Lomelí, sostenía una relación de la misma índole con su hijo Hugo Alberto Wallace Miranda 

Sin otro particular y agradeciendo de antemano la atención que se sirva prestar a la presente reciba usted mi más alta consideración y respeto. 

Me permito acompañar copias simples del Estudio titulado "25 RAZONES PARA DUDAR DEL CASO WALLACE, elaborado por la Asociación contra la Fábrica de Culpables y por la Defensa ele los Derechos Humanos "AFCDDH" 

c.c.p. Comisión lnteramericana de Derechos Humanos. c.c.p. Comisión Nacional de Derechos Humanos. 

c.c.p, Secretaria de Gobernación. c.c.p, Directora General del Centro Federal de Readaptación Social Número Uno "Altiplano". Almoloya de Juárez, Estado de México,  c.c.p, Archivo personal. 


La tortura de César Freyre y la muerte de su hermana

Por Guadalupe Lizarraga

QUINTA PARTE

CIUDAD DE MÉXICO.- César Freyre Morales cumple una condena de 131 años por el supuesto secuestro y homicidio de Hugo Alberto Miranda Wallace en el penal de Almoloya de Juárez, México. Pese a los rastros de vida que ha ido dejado la presunta víctima desde el 11 de julio de 2005, las torturas a Freyre han sido sistemáticas hasta su sentenciaSu hermana Julieta y su madre Rosa María Morales también fueron acusadas por los mismos delitos y liberadas después de año y medio al no encontrar pruebas en su contra.

En la captura de Freyre, el 26 de enero de 2006 –según su declaración ministerial del 27 de enero entregada a Los Ángeles Press por la Asociación Canadiense por el Derecho y la Verdad– estuvo presente Isabel Miranda Torres, tal como participó en la detención sin orden judicial del inculpado Jacobo Tagle Dobin acusado por el mismo delito. Sin embargo, en una carta dirigida al titular del Poder Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, Freyre especifica que su detención fue el 23 de enero, a las 17 horas, y por un grupo de civiles.

Durante el primer día que torturaron a Freyre con toques eléctricos y golpes, “se acercó una mujer y le dijo que le entregara a su hijo porque ella ya tenía ubicada a su familia y los iba a matar a cada uno de ellos”. Después supo que se trataba de Isabel Miranda Torres y Hugo Alberto WallaceLos dos días siguientes continuaron torturándolo. Pero Freyre Morales se sostuvo en rechazar todas las imputaciones, y le dijeron que “como no cooperaba” lo trasladarían a la “Casa negra”. Ahí, los mismos cuatro hombres vestidos de civil que lo detuvieron, lo volvieron a golpear una y otra vez y lo torturaron con toques eléctricos, asfixia con bolsas de plástico, inmersión en aguas negras y asfixia con agua en la nariz y en la boca. Freyre nuevamente negó las imputaciones y entonces lo trasladaron a una unidad de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

En esa misma declaración ministerial y en la carta dirigida al Peña Nieto, fechada en agosto de 2013, Freyre denunció a Isabel Miranda Torres de coordinar los traslados ilegales para su tortura. Especificó que allí mismo, en la Secretaría de Seguridad Pública, Miranda organizó una conferencia de prensa en la que fue exhibido como secuestrador ante los medios de comunicación, y que le “fajaron un arma en la cintura” para tomarle fotografíasDos meses antes, ya había sido presentado como delincuente en espectaculares públicos por la empresa Show Case Publicidad, SA de CV, propiedad de Miranda Torres que actualmente tiene 81 procesos judiciales abiertos por diversas demandas, según el sitio datajuridica.com.mx.


Isabel Miranda viola el derecho de presunción de inocencia de César Freyre. 
Foto: Archivo/Cuartoscuro

Freyre Morales señaló en su declaración que durante esos primeros tres días no se le ofreció atención médica ni se elaboró ningún documento oficial por su detención. Y cuando fue trasladado a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), el 26 de enero, pretendían obligarlo a firmar una declaración ya elaborada con nuevas amenazas contra su familia, pero volvió a negarse. Hasta entonces lo examinaron médicamente y certificaron su estado físico en “autos”, para después trasladarlo a la Casa de Arraigo Federal donde permaneció durante 90 días en completa incomunicación.

Las versiones de la detención de César Freyre

Hay al menos cuatro versiones distintas sobre la detención de César Freyre, de acuerdo a las declaraciones ministeriales obtenidas por Los Ángeles Press. 

- En la declaración ministerial del 27 de enero, César Freyre sostiene que lo interceptó la policía el 23 de enero, lo torturaron, y ahí mismo estaba Isabel Miranda Torres.
“Me interceptó la policía, que me imagino fue la que me puso a disposición en un carro particular sin placas y me subieron a ese carro, y fue cuando me empezaron a golpear y a darme de chicharrazos, fue cuando se me acercó una mujer diciéndome que le entregara a su hijo…”.

- La versión de Isabel Miranda durante el careo constitucional con César Freyre el 17 de enero de 2008:
“…la primera vez que te vi fue el día veinte de enero de dos mil seis, en la esquina de Obrero Mundial y Mier y Pesado, siendo entre las ocho y nueve de la noche, fue la primera vez que te tuve a la vista, cuando ibas saliendo de la tienda llevabas unos lentes en la cabeza y una botella de agua, porque te ibas a encontrar con Keosqui, fue la primera vez que te tuve a la cara, y ese día cuando te detuvieron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.”

- La versión de Roberto Miranda, hermano de Isabel:
“…el día veintiséis de enero de dos mil seis, acompañé a mi hermana afueras del restaurante Angus de la Zona Rosa, específicamente de la calle de Hamburgo, ahí trabajaba Keops Salazar de “hooster” (sic) y al salir de su trabajo le dimos seguimiento a la referida la cual se bajó en un taxi que también la llevaba sobre la avenida Obrero Mundial y la diversa Neri Pesado (sic), número 195, y fue cuando nos topamos con César Freyre Morales”.

En esta declaración, Isabel Miranda Torres dijo en el careo a pregunta de Freyre que lo habían estado siguiendo ella y su hermano Roberto en un taxi. Pero César Freyre afirmó que Isabel Miranda iba sola con los policías vestidos de civiles, y que hasta enero de 2008, en el careo constitucional, vio por primera vez a Roberto Miranda.

Las versiones sobre la detención de Freyre



Las visitas extrajudiciales de Isabel Miranda

En un periodo de tres años, César Freyre tuvo unas veinte visitas extraoficiales en el Cefereso Número 1. 

- La primera fue de Isabel Miranda Torres en la que lo amenazó diciéndole que “si no le entregaba a su hijo, iba a pagar a alguien dentro del penal para que lo mataran y que a su familia también la iba a matar o la iba a desaparecer”. 
- Seis meses después, lo trasladaron a la Sala de visita familiar número 7, adonde llegó a verlo de nuevo Miranda Torres. Declaró Freyre que en esa ocasión Miranda le mostró fotografías de las tumbas de sus familiares muertos, y amenazó con exhumar sus restos y tirarlos a un canal.
- La tercera visita de Miranda fue en la sala 7 de Juzgados, a donde trasladaron a Freyre para el encuentro mientras se encontraba recluido en el pasillo 4 estación COC.  Allí Miranda, acompañada de dos personas, le dijo que estaba dispuesta a negociar con él y que le proponía que lo trasladaran a un penal estatal del Distrito Federal “con todas las comodidades y beneficios”, a cambio de que le dijera dónde estaba su hijo, o de lo contrario la iba a pasar muy mal porque contaba con el apoyo del presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Freyre también tuvo otras dos visitas extraoficiales de José Luis Santiago Vasconcelos, subprocurador de SIEDO en ese momento, quien después fallecería en un supuesto accidente aéreo cerca de Los Pinos el 4 de noviembre de 2008 junto con el secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. Vasconcelos primero intentó negociar con Freyre su libertad a cambio de la seguridad de su familia; sin embargo Freyre tampoco aceptó en esta ocasión inculparse y el subprocurador lo amenazó con el arraigo a su madre y hermana.
El subprocurador de la SIEDO cumplió su amenaza, y al día siguiente del arraigo de las familiares de Freyre lo visitó en el penal. Santiago Vasconcelos insistió en que se inculpara a cambio de la libertad de su familia, pero Freyre de nueva cuenta se negó a aceptar las imputaciones que le hacían.

Las siguientes visitas extraoficiales fueron hechas por agentes federales de la Procuraduría General de la República y por agentes federales preventivos torturándolo con golpes, toques eléctricos, ahogamiento por inmersión y obstrucción de boca y nariz con vendas y agua. En todas las visitas ha sido amenazado con afectar de diversas formas a su familia, y las denuncias sobre su tortura constan en el Juzgado Cuarto de Distrito, y en organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.

El recorrido inútil por los derechos humanos

La madre de Freyre, Rosa María Morales y su hermana Julieta Freyre pusieron una queja de derechos humanos el 31 de enero de 2006, dirigida al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de ese entonces, José Luis Soberanes, la cual fue recibida por la Oficialía de partes bajo el folio 4675. En ésta, se aludía a la detención ilegal de César Freyre por parte de Isabel Miranda Torres y se mencionaba la detención de Juana Hilda González Lomelí, también torturada, humillada sexualmente y amenazada contra su familia, así como los cateos ilegales a casas de familiares, vecinos y gente de alrededor realizados por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) sin ninguna orden judicial y coordinados por Isabel Miranda Torres. Dichos cateos se siguieron realizando hasta 2010, según denuncias ciudadanas a medios mexicanos.

Denuncia a la CNDH



El 9 de febrero de 2006, tal como había advertido el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos, la madre de César Freyre, Rosa María Morales, y la hermana Julieta Freyre fueron detenidas por la acusación de Isabel Miranda Torres con los mismos delitos que le imputaron a César, según la orden dictada por el Juez Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales. A la semana siguiente, con fecha del 16 de febrero, otra de sus hermanas, Ivonne Freyre, puso de nuevo una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, recibida por la Oficialía de partes con el folio número 7315 en la que denunciaba la detención ilegal ahora de sus tres familiares.
El arraigo de la madre y la hermana de Cesar Freyre fue ordenado por 90 días, pero en poco menos de ese tiempo fueron consignadas y trasladas al penal de Santa Martha Acatitla de la Ciudad de México, donde estuvieron encarceladas durante año y medio. Después de ese tiempo, se dictó una absolutoria por “no encontrar elementos probatorios” de los cargos. Isabel Miranda Torres fue demandada por la vía penal y civil bajo el cargo de daño moral; sin embargo, hasta la fecha no ha sido ejecutada ninguna acción judicial en su contra.



Denuncia a la CNDH por la detención de la madre y la hermana de César Freyre.

¿Cuándo se declara culpable César Freyre?
Desde su detención, el 23 de enero de 2006, César Freyre se mantuvo firme en rechazar todas las imputaciones que le hacían por el supuesto secuestro de Hugo Alberto Wallace. Pese a las constantes torturas, durante cuatro años negó haber cometido el delito. Incluso, en una carta enviada a Brenda Quevedo Cruz al penal de Santiaguito, Estado de México, él le pide que no se inculpe, y le da ánimos. Freyre es explícito en la carta respecto a las torturas y asegura saber que a ella también la han estado torturando de la misma manera y califica la situación como “una gran injusticia”. La carta fue notificada a la familia Quevedo en junio de 2010.


Fragmento de la carta de Freyre

Sin embargo, César Freyre aceptó declararse culpable en medio de otra sesión de tortura el 2 de octubre de 2010. De acuerdo su testimonio, eran las 22:30 horas, cuando un oficial de los denominados 2-1 lo condujo a un cubículo cerca de la aduana donde lo esperaban unos diez agentes de ambos sexos. Uno de ellos, le dijo: “¡Ya te llegó tu hora!”. Inmediatamente después, dos de los agentes lo sometieron y le ordenaron que se desnudara, que iban a hacerle “un chequeo médico”.
Me vendaron las manos cruzadas y me envolvieron con una sábana de los pies hasta el cuello ajustándola con cinta canela. Por último, me vendaron los ojos colocándome un trapo en toda la cara, echándome agua en la nariz y boca a intervalos de hora y media aproximadamente, por lo que finalmente acepté lo que me pidieran”.

Después de la tortura le hicieron leer unos documentos en voz alta, y lo grabaron en video mientras leía. También le pidieron hacer un croquis del lugar para simular dónde había arrojado el supuesto cuerpo de Hugo Alberto Wallace. Cuando terminaron, le dijeron que todo lo que le estaban haciendo tenía el apoyo del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, y que tenían intervenida su estancia, el locutorio y la sala de visita para que no contara a nadie de lo que había pasado ahí, de lo contrario volverían a visitarlo.

Pero las visitas extraoficiales no se detuvieron. La siguiente tortura fue el 22 de octubre de 2010 para que ampliara su declaración. Fueron por él dos oficiales de los denominados 2-1, y lo trasladaron al mismo cubículo. Lo entregaron a cinco hombres que lo esperaban con esposas y grilletes, y lo subieron a una camioneta. Después de un par de horas, según su testimonio, le hicieron un examen médico y nuevamente lo vendaron desde los pies hasta el cuello, ajustándolo con cinta canela.

En esta ocasión me sumergieron en un recipiente con agua y me daban cargas eléctricas durante 40 minutos, después me quitaron la cinta canela y me dijeron que si ya no quería más tenía que ampliar la declaración del 2 de octubre, y me amenazaron con desaparecer a mi mamá y a mi tía Adriana”.

“Tú sabes quién esta ordenando esto”, le dijeron los oficiales, y cuando terminaron de grabar esta segunda declaración lo llevaron a una certificación médica. Ese mismo día, falleció su hermana Julieta.



Declaración fabricada a César Freyre después de su tortura del 2 de octubre de 2010 y fue fechada en 2006.

“¿Cómo ve que las metí a la cárcel?”: Ministerio Público Fermín Ubaldo Cruz
En entrevista para Los Ángeles Press respecto al caso Freyre, uno de los testimonios que revelaron la arbitrariedad de las autoridades judiciales mexicanas en la detención de Rosa María Morales y su hija Julieta, fue el de Enriqueta Cruz Gómez, madre de la también inculpada Brenda Quevedo Cruz.
En junio de 2006, ya consignadas la madre y hermana de Freyre, el Ministerio Público Fermín Ubaldo Cruz llamó a comparecer a Enriqueta Cruz ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Cuando llegó a esa dependencia, tenía el mensaje de que pasara sin abogado, porque el “MP quería hablar con ella”.  El abogado de Enriqueta Cruz, le dijo “que no pasaba nada, que estuviera tranquila, y que luego él la alcanzaba”.

El Ministerio Público, Fermín Ubaldo Cruz, ya había sido identificado como el torturador de Juana Hilda González Lomelí para que se incriminara después de su segunda detención ilegal por la acusación de Isabel Miranda. Ubaldo Cruz también fue denunciado por humillación sexual a la misma acusada, y de ponerle a su hija en el teléfono para amenazar a ésta y a la madre de Juana Hilda.

Este agente fue quien atendió a Enriqueta Cruz en las oficinas de la SIEDO, y después de varios minutos de conversación donde estuvo preguntándole por el paradero de su hija, le ofreció que sería “testigo protegido, si decía dónde se encontraba ella. Enriqueta Cruz respondió con preguntas insistentes, entre éstas, “¿por qué estaban involucrando a su hija en ese crimen”.
Fermín Ubaldo Cruz, molesto, azotó varias veces con su mano el escritorio y espetó:
¡Hable, con una chingada! ¡Ya me cansé de sus pendejadas! Aquí el que hace las preguntas soy yo. Y así como está usted sentada, estuvo sentada la mamá de César Freyre, ¿cómo ve que las metí a la cárcel?
¿Y por qué me va a meter a la cárcel a mí? ¿Por qué delitos? –inquirió sorprendida la madre de Brenda Quevedo.
¡A mí me vale madres! Eso es lo de menos –gritó el agente y volteó a ver a un perito que se encontraba en la misma oficina– Es más, tú, quítale un cabello a esta señora y sácale sangre –le ordenó.
¿Pero para qué? ¿Por qué? –preguntó la madre.
Para cuando encontremos a su hija muerta –respondió el agente del Ministerio Público, y sentenció– porque la vamos a encontrar muerta.
La madre empezó a llorar, y fue cuando entró el abogado:
¿Qué pasó? Ya me la hicieron llorar –dijo.  El agente Fermín Ubaldo respondió:
–No, sólo le estamos ofreciendo que su hija entre al programa de testigo protegido.
¿Testigo protegido? –preguntó el abogado, y remató –¿Cómo al que encontraron muerto la semana pasada?
La madre de Quevedo Cruz y el abogado se retiraron de la oficina de SIEDO.



Ampliación de la declaración que obligaron a César Freyre a dar bajo tortura el 22 de octubre de 2010 y fue fechada en 2006.

La muerte de Julieta Freyre Morales

Con 39 años y dos hijas menores de edad, Julieta Freyre estuvo en la cárcel durante año y medio. Junto con su madre, fue acusada por Isabel Miranda Torres de haber participado en el supuesto secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace. Después de que salieron libres con una absolutoria por no encontraron elementos que probaran la acusación de Miranda, Julieta escribió una carta en la que presenta su caso como víctima colateral.



Una vez liberada, la lucha de Julieta Freyre por ayudar a su hermano César no se detuvo, y en compañía de Enriqueta Cruz, quien dio el testimonio, fue a pedir apoyo a la entonces senadora Rosario Ibarra de Piedra en octubre de 2010. Julieta narraba –a los abogados de la senadora– el maltrato en la cárcel a ella y a su madre, y de cómo fueron violados sus derechos de presunción de inocencia. También detallaba cómo llegó a hablar con sus hijas, llorando, mientras estaban “ardiendo en calentura” en su casa.

De acuerdo a la testigo, en ese momento, en las oficinas del Senado de la República, cuando Julieta narraba las torturas practicadas a su hermano, volteó a ver Enriqueta Cruz, y le dijo que se sentía mal. Esbozó apenas una sonrisa y cayó desmayada.
Empezó a emitir unos sonidos espantosos, y todos estábamos asustados; yo empecé a gritar «por favor, un doctor, un doctor»”, contó Cruz. A los minutos, cuando llegó el médico del Senado, la examinó y opinó que “no era nada”.

Cruz insistió en que se trataba de algo grave, y al moverla para pasarla del suelo a uno de los sofás para visitas, se dieron cuenta que estaba orinada. “Esto no es normal”, advirtió Cruz y pidió una ambulancia. Junto con el familiar de otro dos inculpados, acompañó a Julieta Freyre en su traslado al Hospital Xoco.

“Soy inocente, soy inocente”, balbuceaba Julieta en su recaída, de acuerdo al testimonio de Cruz. Los médicos dijeron que era un derrame cerebral y pese a que fue intervenida quirúrgicamente, ocho días después murió en el hospital.

Las autoridades judiciales no han dado seguimiento a la demanda por daño moral en contra de María Isabel Miranda Torres por esta muerte, ni por el tiempo que su falsa acusación llevó a Rosa María Morales a permanecer en la cárcel durante año y medio

Hasta la fecha sigue sin encontrarse alguna evidencia pericial, científica, por el supuesto secuestro y homicidio de su hijo Hugo Alberto.

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Brenda Quevedo Cruz

Brenda Quevedo Cruz nació el 24 de agosto del 1980. Es licenciada en comunicación y relaciones públicas , trabajó en Televisa y en Editorial Clio , en Innova , en Agencia Renoir y en International Consulting Services (Londres, Inglaterra). Brenda se encuentra actualmente privada de su libertad en el penal de máxima seguridad de Coatlán del Río , Morelos, después de haber estado 8 años presa en el penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit.   Aún no ha sido sentenciada. Fue víctima de una falsa acusación de secuestro y homicidio , su presunción de inocencia fue violentada . Fue arrestada, amenazada y torturada .  La acusaron de haber participado en el secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace Miranda (o Hugo Alberto Miranda Torres) , hijo de María Isabel Miranda de Wallace , el 11 de julio del 2005, cuando ni siquiera se puede comprobar que Hugo Alberto está muerto ya que no hay cuerpo.  Además, se tiene la prueba de que la supuesta víctima tramitó una CURP e

Brenda Quevedo Cruz, crónica de una infamia mexicana

  Esta es la historia de Brenda Quevedo Cruz, acusada de un crimen que no existió. Durante los trece años que lleva en prisión ha sido víctima de brutales torturas para obligarla a confesar un delito que no cometió. DW En 2005 Brenda Quevedo Cruz tenía 24 años cuando fue acusada de un crimen que no existió junto con Jacobo Tagle Dobin, Juana Hilda González Lomelí, César Freyre Morales, así como Alberto y Tony Castillo Cruz. María Isabel Miranda los acusó de supuestamente haber secuestrado y asesinado a su hijo Hugo Alberto Wallace. En México la “señora Wallace” se hizo pasar durante años como paladín de la lucha contra la impunidad. Ha dado decenas de entrevistas contando como ella sola resolvió el caso del supuesto homicidio de su hijo. Fue ella misma quien capturó a los supuestos responsables, y fue ella misma quien obligó a las autoridades a detenerlos. Según esta mujer, su hijo fue secuestrado por Brenda y las otras cinco personas en julio de 2005. Habría sido llevado a un pequeñís

Brenda, torturada por órdenes de Miranda de Wallace